Comités Patrióricos, por Flora Fernández
El Movimiento Patriótico contrario al TLC, enfrentó el referéndum de manera extraordinaria, al extremo que, a cinco días de la consulta, aventajaba al "Sí" en 12 puntos.
Con exiguos recursos económicos, en una de las contiendas más desiguales y plagadas de irregularidades de nuestra historia, con un TSE abiertamente parcializado y sumiso al gobierno, con la prensa y el sector financiero a favor del Tratado, empresarios que impunemente amenazaron y coaccionaron a los trabajadores, transnacionales metidas en la danza presionando y hasta la indeseable injerencia extranjera encarnada por el gobierno y el embajador de los Estados Unidos, que solicitó cartas amenazando a nuestro país con sanciones inaplicables, fueron útiles para aterrorizar al pueblo y revertir la ventaja.
Lo más triste del resultado fue que la democracia fue la verdadera derrotada y para ello los magistrados Luis Antonio Sobrado, Eugenia Zamora y Zetty Bou reemplazada por Max Esquivel al final del proceso, porque, en lugar de actuar como guardianes para lo que fueron nombrados, más bien exoneraron de toda culpa a los violadores, sentando para ello un terrible precedente.
No podemos ignorar que fueron sindicatos e intelectuales los primeros en alertar la clase de amenaza que representaba el TLC. Lo hicieron tan bien que el 26 de febrero del año 2007 el pueblo llenó las calles diciendo NO. Mes y medio después, tras convocar a referéndum, fueron los Comités Patrióticos los que consiguieron integrar un frente de lucha formidable, con la convergencia de la sociedad civil sin diferencias de clases, género, posición, raza o religión.
Comenzaron con los "garaje foros" como se les llamaba a la exhibición de documentales en la parte delantera de las casas sirvieron no sólo para informar, sino más importante aún, para escuchar a la gente -algo que los políticos han olvidado- así como para intercambiar y comentar las barbaridades que traía el TLC. Con lo que estamos viendo que sucede actualmente, definitivamente nos quedamos cortos en anticipar la clase de lío en la que nos mete el TLC, pero para verdades el tiempo. Esas reuniones además de crear unidad y lazos de solidaridad, servían para planear el trabajo y cumplir con la meta del 7 de octubre.
Los comités se organizaban y multiplicaban de manera increíble y todos elaboraban e intercambiaban material informativo, recaudaban fondos, imprimían y divulgaban volantes casa a casa bajo la incesante lluvia. Organizaron el "Día R" con fiscales y guías para recibir a la gente. Nunca faltó comida en el proceso, es irónico que ahora el gobierno que desmanteló la capacidad productiva de alimentos hace 20 años le toque cosechar su desacierto y todavía venga con advertencias de la llegada de las "vacas flacas" justo después de haber "ganado" el referéndum.
Un movimiento tan vigoroso y sólido pese a la diversidad, tan unido aunque no contaba con una dirección centralizada sino dispersa y horizontal, tan eficiente y entusiasta, tenía que ser atacado por todas las vías. El primer ataque abierto vino por supuesto dentro del Memorando del Miedo que reconocía que los comités patrióticos contaban con una organización formidable por lo que había que "sembrar cizaña". Ya Kevin Casas fue absuelto porque con ello no perjudicaba a nadie, ahora la misma suerte tendrá Fernando Sánchez. ¡Así es como los magistrados del TSE velan por la equidad y la democracia!
La campaña del SI encabezada por Oscar Arias pese a que la Constitución lo prohíbe, pasó de las ofertas de motos BMW, carros Mercedes Benz, empleo y hasta aeropuertos a sacar el fantasma del comunismo. Ese calificativo lejos de debilitarlos les confirió mayor cohesión y fuerza. La dignidad para trabajar sin dinero pero con creatividad y patriotismo fue cada día más fuerte y respondieron con choteo y campañas llenas de humor. A la hora de servir refrigerios siempre sencillos y caseros aprovechaban para recaudar unas monedas, luego decían con picardía y un poco de sorna: "esto lo pagamos con la plata que nos mandó Hugo Chavez".
Pasado el referéndum los comités siguen siendo perseguidos. El Ministro Berrocal aprovechó sin éxito vincular a los comités patrióticos con las FARC según información obtenida en la "mágica" e indestructible computadora.
El más reciente ataque contra los comités patrióticos vino del ministro de la Presidencia Rodrigo Arias, que tras fracasar el intento de quitarle el agua a la gente de Sardinal para regar campos de golf, arremete contra los comités patrióticos de todo el país que se solidarizaron con el pueblo de Sardinal y lanza ataques diciendo "que la extrema izquierda está detrás de todo esto".
La extrema izquierda debe reír socarrona mientras la gente joven ni entiende qué es el comunismo. Sin embargo, tanto la gente de Sardinal como muchas personas adultas de los comités patrióticos que nunca han sido comunistas se sienten agredidos e indignados. ¿Quien asesora tan mal a los Arias que a cada rato dicen esas tonterías? ¡Da tanta risa como cuando dicen ser socialdemócratas!
Hay una dicotomía o contradicción en los ataques a los comités patrióticos y es: ¿por qué los atacan? Así como, ¿cómo no los van a atacar? Repasemos algunas razones:
Sin plata emparejaron y superaron al "Sí" en el referéndum
No tienen miedo ni obedecen autoritarismos o a políticos
Crearon lazos de solidaridad y redes fuertes de acción en una sociedad que se ha vuelto individualista.
Es una red presente en todos los cantones, distritos, barrios y caseríos del país.
No discriminan a la gente sino que son integradores. Todo el mundo es igual.
Se valora a la gente de acuerdo con su grado de compromiso y cumplimiento en las responsabilidades que asume.
Encuentran formas creativas de levantar fondos y conseguir recursos que administran con rectitud, frugalidad y eficiencia.
Hacen magia con la comida que no falta en las reuniones y más bien sirve para recaudar más dinero.
Hay equidad de género y las mujeres en particular despertaron a un liderazgo firme sin ser mandonas, servicial pero nunca sumiso, eficiente pero con ternura.
Son solidarios y apoyan a las personas y comités: sea en Sardinal o Puerto Viejo, a las tragedias son los primeros en acudir a apoyar.
Es una red sin jefaturas, sin estructuras formales, sin personería jurídica que funciona a la perfección.
La mayor fortaleza y por ello el mayor peligro a quienes los adversan es que son grupos de pensamiento, reflexión y acción.
El poder político tradicional les teme porque han demostrado que no responden al clientelismo ni al miedo y como no los puede manejar a su antojo, pretende destruirlos antes que sigan desarrollándose porque tendrían la fuerza suficiente para destronarlos y sacarlos del poder en cualquier momento.
El problema del gobierno es que no saben qué hacer: cuanto más atacan a los comités patrióticos, más fuertes se vuelven. El duelo o luto tras el referéndum ya está pasando. Expresiones como la de Lorena Vásquez cuando abrieron el ICE a rajatabla y no hubo manifestación son el combustible perfecto para reactivarlos. ¿No pueden ver que la calma siempre precede a la tormenta?. La mejor prueba que los comités están en pie de lucha fue la recolección de firmas para el referéndum de UPOV en un tiempo record. La soberbia suele nublar la vista.
Si bien es cierto muchos comités patrióticos están durmiendo o reposando, cuando despierten serán un gigante que no habrá fuerza de antimotines o plumario que logre abatirlo, y el 2010 está cada día más cercano. Aunque los comités patrióticos no van a politizarse, porque no es esa su razón de ser ni tienen ambiciones electorales, indudablemente apoyarían una alianza nacional para sacar del poder a los neoliberales que tanto daño vienen causando desde que se apoderaron del país hace 20 para asaltarlo y desmantelarlo.
Sólo hay dos formas de tomar el poder: por vías de hecho que obviamente descartan o en las urnas, donde esta vez los magistrados del TSE van a tener que ser muy cautelosos de no seguir cometiendo los graves yerros que ponen la democracia al borde del abismo o se arriesgan a ser los primeros en caer si vuelven a actuar mal.
Los comités patrióticos se alimentarán además con una juventud que está alcanzando la mayoría de edad los próximos dos años y nacieron tras la caída del muro de Berlín,por ello les resulta indiferente les llamen comunistas pero les ofende las violaciones a la democracia.
Mientras los neoliberales del gobierno y la pequeña prensa manipuladora atacan al espectro de los comités patrióticos, algunos partidos afines a la lucha de los comités pretenden capitalizar ese esfuerzo; ambos andan perdidos porque siguen tras el espectro, mientras que el verdadero corazón del movimiento que es inasible como el viento, se organiza llevando dentro de sí la fuerza de un huracán que tiene alma.
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