Carta abierta a doña Rosalía Gil Fernández , por Cristina Zeledón
En La Nacion del 8 de abril, doña Rosalía Gil nos sorprende con un artículo que titula NARCOENCADENAMIENTOS, en el que ni más ni menos –dice doña Rosalía- la cadena del narcotráfico, del tráfico de armas, de secuestradores, de asesinos a sueldo, de explotación sexual comercial y de lavado de dinero, podrían ser los objetivos de “los famosos Comités Patrióticos que florecieron encadenadamente a lo largo y ancho de Costa Rica”.
En el párrafo que titula Extremismo , doña Rosalía dice “Estos procesos implican cadenas de personas que estratégicamente van ampliando su radio de acción para lograr su fin específico. Se rigen por el principio de poder, donde paso a paso, la ambición económica se entrelaza con lo ideológicamente extremo, para así formar una alianza maléfica en perjuicio de los derechos humanos. Estos encadenamientos están al servicio de la causa y echan raíces en países específicamente elegidos ya sea por su posición geográfica, económica, política o ideológica” .
Si yo hubiera leído esto fuera de contexto, no hubiera dudado que doña Rosalía se refería al encadenamiento de las empresas transnacionales que en su ilimitada codicia, no dudan de pisotear la soberanía de los países económicamente más débiles (los del patio trasero), para apoderarse de sus riquezas naturales y estratégicas. Esas trasnacionales que según Juan Pablo II, han conformado el gran bloque cuya ideología extrema es “el capitalismo salvaje”.
Pero no, doña Rosalía no se refería al encadenamiento global de los poderosos del mundo. Doña Rosalía se refiere al valiente movimiento nacional que se opuso a la aprobación del TLC. ¿Tendrá idea doña Rosalía de cómo surgieron los Comités Patrióticos? Seguro que no. Aunque para una psicóloga sería de mucho provecho entender lo que hay en la mente de un pueblo digno que en cada barrio buscó entre sus vecinos corazones que latieran en su misma frecuencia.
El movimiento de los Comités Patrióticos ha sido un fenómeno de unión y solidaridad que a todos los costarricenses, partidarios o no del TLC, debería llenarnos de orgullo y esperanza. Allí se superaron las diferencias de talentos, de razas, de credos, de género… Hubo un encuentro, que nunca obedeció a nadie ni a nada que no fuera el convencimiento que había que evitar que nuestra Costa Rica, esa que nos heredaron los abuelos, fuera devorada por la avaricia y codicia del dios-dinero.
Las sospechas y acusaciones de doña Rosalía no se limitan al “encadenamiento” de los Comités Patrióticos. Arremete temerariamente contra “la supuestamente inocente pareja de destacados académicos…” Es sorprendente que esa “destacada psicóloga”, no haya tenido la menor delicadeza (o curiosidad) de averiguar quiénes son Cruz y Francisco. Porque si se hubiera asomado a la trayectoria profesional y a la intimidad familiar de ese hogar, podría pensar cualquier cosa menos de que se trata de cómplices guerreristas o narcotraficantes sin escrúpulos. Tarea pendiente para doña Rosalía.
Con total desconocimiento de los hechos, la psicóloga en cuestión afirma “Su primera reacción –la de la pareja de Santa Bárbara- es recurrir al mecanismo de la negación no me acuerdo, no preciso, no sé nada, para luego afianzarse en el mecanismo de la proyección: yo no fui, fueron ellos.” Nuevamente, fuera de contexto hubiera asegurado que doña Rosalía se refería al expresidente prófugo y no a quienes por propia iniciativa organizaron una conferencia de prensa donde con toda transparencia explicaron lo que sucedió.
Yo le sugeriría a doña Rosalía, que diera una conversadita con su honesto padre, don Rufino, quien solidariamente nos ha acompañado en esta larga jornada patriótica. Es seguro que nuestro querido amigo, le ayudará a su hija a superar esa maraña de prejuicios que la han obnubilado y empujado a escribir esos desaciertos y ofensivas acusaciones para quienes en lugar de semejantes sospechas, merecen el respeto y el agradecimiento de todos los costarricenses por su tenacidad, valentía y patriotismo.
1 koment:
esa señora escribió eso tan raro..tan feo...tan lleno de odio...me impactó tanto...
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