De domingos, informes, periódicos y etiquetas, por Natalia Rodríguez

Mis domingos usualmente no están completos sin que haya visto La Nación. Espero la entrevista del domingo, Ancora, la Teleguía, algunas veces Proa (básicamente para leer Maitena) Página Quince y Opinión, principalmente. Es una costumbre que tengo desde carajilla, aunque en realidad en edad escolar esperaba más el periódico del miércoles que el del domingo porque venía el suplemento Zurquí (sí, era una geek total, lo admito). Pero bueno, el caso es que por más que uno hable y diga y se queje de un enfoque, de algún articulista, de un suplemento, de las noticias tontas de farándula de Viva, o de que el sitio web esté desordenado, hay que dejarse de varas y admitir que, como decía una compañera de la U "La Nación no es Dios, pero es el referente", así que hoy aunque salí de la casa muy temprano, llegué ahora en la noche a buscar a doña Nación.

Pero bueno, mi punto de hoy no es hablar del diario este y su periodismo, para nada, (en realidad no tengo muy claro mi punto, nada más me senté a escribir), sino de las cosas que me quedaron en la cabeza después de leer el periódico hace un ratito.

Hace días venía esperando la nota de LN sobre el último Informe del Estado de la Nación, en el que se dijo algo que en realidad ya se olía: las brechas sociales se hacen más amplias en el país, los pobres son más pobres, los ricos más ricos, hay más inseguridad y más violencia. Costa Rica se parece cada vez más al resto de Latinoamérica. Laura Chinchilla dice que la solución está en mejorar la redistribución cobrando mejor los impuestos, en dar más oportunidades educativas a los pobres y en organizarse colectivamente para combatir al hampa. Okido, bueno, poniéndole que solo les quedan 2 años y piquito.

En otra nota me dicen los naciones que la culpa la tiene en gran parte el enlodado camino que dejó el asunto del TLC... que se perdió mucho tiempo en la discusión y que el gobierno no dio la talla en términos de políticas públicas... pero que no es todo culpa del gobierno, nono, sino de la eterna discusión del TLC.

Yo pregunto: cuándo dejará el gobierno y La Nación de echarle toda la culpa a la discusión del TLC? Cómo es entonces el asunto, no se puede discutir nada en este país porque "se pierde tiempo". Y entonces? Dónde queda la democracia? Digo, si se postergó tanto la discusión fue porque primero era un tema complicado y segundo porque diay, el gobierno tampoco hizo por dónde mejorar el diálogo nunca, todo lo contrario. Sisi, ya sé que muchos de ustedes como yo están HARTOS del tema del TLC, pero yo también estoy harta de que se le eche la culpa de todos los males a gente que simplemente se puso a estudiar y a discutir sobre un tema tan importante para el futuro del país. Al chile ya cansan!!

Ya los quiero ver en unos años cuando el TLC ya haya entrado en vigencia, a ver cómo se defienden de que la cosa continúe, porque lamentablemente lo que está pasando ahora no es más que el cumplimiento de una norma que en toda Latinoamérica se repite: tenemos más plata, más cosas para comprar, somos más industrializados, pero los pobres son más y más y las opciones para salir nunca funcionan. Eso todos los sabemos. Como diría mi madre: A mí conmigo, siendo yo mía!

Y bueno, el editorial así suavizadito sobre el asunto tampoco podía faltar hoy.
Fue como decir que estamos "menos peor", pero no "más mejor". Eso me recordó a el año pasado que me pidieron para un medio ahí que si podía cambiar mi nota sobre el Estado de la Nación y hacerla "menos negativa" aunque el informe era una verdadera cagada, si me disculpan la expresión. Y bueno, yo lo tuve que hacer y lo hice, no quedaba de otra. El papel aguanta lo que le pongan, ese editorial de hoy me recordó ese episodio de "maquillaje en tinta".

Son muchas cosas las que quiero escribir sobre todo eso, pero bueno, ya mejor cambio de tema y diay, a esperar a que las decisiones políticas oportunas se den a ver si el otro año estamos un poquito "menos peor", porque diay, al fin y al cabo esa es la esperanza de todos.

Un par de notas más que me entretuvieron del periódico de hoy fueron un artículo de la siempre interesante pluma de Sergio Ramírez Mercado sobre el asunto de Chávez y el rey Juan Carlos, que luego complementó la filósofa Laurencia Sáenz con otro sobre las "etiquetas" que le ponemos a la gente, en referencia al "fascista" que Chávez tiró en la Cumbre. El artículo está súper bonito, pero me gustó mucho esta frase: "...las palabras no deben separarnos del otro, sino procurar establecer vínculos de sentido, no necesariamente para coincidir, sino también para entender las razones que nos conducen a discrepar".

Y eso se nos olvida tanto!
Le tiramos a la gente tanto! Sin pensar ni conocer mucho a alguien le decimos comunista, trosko, tonta, vendepatrias, superficial... y cuánto de reflexión hay detrás de ese calificativo? Por qué mejor no nos callamos un ratito y escuchamos más y mejor a la gente??

Bueno, esas más o menos son algunas de las "reflexiones" (no raje!) de este domingo... Sorry si los aburrí con tanta hablada, máxime si pasaron por acá buscando un post ahí medio voladillo en una nube como "un par" últimamente :P ... jeje.

Feliz semana a todos, me retiro a mis aposentos a leer un ratico.