Detrás de algunos corazones, por Yadira Calvo

El 29 de Julio, el Segundo Vicepresidente de la República, Kevin Casas, y el diputado liberacionista Fernando Sánchez, enviaron un memorando al Presidente y al Ministro de la Presidencia. Se trata de un documento "privado" con posibles serias repercusiones públicas, que alguien sustrajo. Su origen se encuentra en el hecho de que, según exponen sus autores, sólo están a favor del TLC "el gobierno y, a medias, los grandes empresarios"; sus promotores no tienen "una orientación clara de qué es lo que hay que hacer para ganar, cómo hacerlo y con quién"; "lo que hay, a medias, es pura estructura operativa y pura respuesta táctica, mas no estrategia"; y entre sus aliados –dentro y fuera del partido– hay "una actitud generalizada de indolencia". El memorando es por lo tanto, una propuesta desesperada, apelando a lo que sea para ganar el referéndum. Lo más grave es que aunque se trata de estrategias sugeridas, de hecho las hemos visto aplicadas en su mayor parte, lo cual significa o bien que los hermanos Arias las han aceptado, lo cual es grave, o bien que todos ellos comparten las mismas ideas, lo cual es peor.

A título de ejemplo, ya habíamos podido apreciar cómo estaban funcionando "las baterías en todos los programas de opinión" (o al menos en muchos de estos), conducidos por gente, tal como ellos especifican, "que tiene toda la disposición de ayudar al gobierno"; ya se venía haciendo del Sí un equivalente de la democracia y la institucionalidad, cosa que ellos consideran "crucial"; ya se le habían subido "los decibeles y la presencia mediática y discursiva a la agenda social del gobierno"; ya se había venido estimulando todos los miedos que ellos sugieren estimular, y fundamentalmente el de la pérdida del empleo con testimonios de "gente muy sencilla y en situación precaria", tal como aparece en la propuesta. La publicación del memorando ha estimulado además otro tipo de miedo: el que se desata ante unos gobernantes capaces de idear estrategias como las de Casas y Sánchez, algunas de ellas señal inequívoca de que el fin justifica los medios.

Algunas de estas estrategias son como parar el pelo: por ejemplo, la que pide "generar información" que "siembre cizaña" sobre los líderes, motivos, métodos, financiamiento y otros vínculos internacionales del 'No'"; la de que es "crucial" convertir al NO en equivalente de "la violencia y la deslealtad con la democracia"; la de que "no hay que tener pudor alguno en saturar los medios de comunicación con publicidad"; la de dictar un receso en la Asamblea para que sus diputados hagan campaña aunque "es evidente que esto puede tener algún costo para el avance de la agenda legislativa"; la de "restregar por todas partes la conexión del NO con Fidel, Chávez y Ortega, en términos bastante estridentes"; la de condicionar (eufemismo de chantajear) a los 59 alcaldes del Partido Liberación Nacional transmitiéndoles "con toda crudeza" la idea de que el que no gana su cantón para el SÍ el 7 de octubre, "no va a recibir un cinco del gobierno en los próximos tres años"; la que sugiere burlar al Tribunal Supremo de Elecciones, organizando un "programa sistemático" de visitas a las empresas para hacer proselitismo, haciéndolo parecer como solicitud de éstas mediante carta al Ministerio de Planificación. Entre paréntesis aclaran: "Eso para cubrirnos las espaldas de cara a TSE". Como ellos dicen, "lo primero es, evidentemente, ganar el referéndum", lo cual deja muchísimas dudas sobre lo que se esconde detrás de algunos corazones, por más que los recubran de merengue.

Para colmo, sus redactores, de lo único que se han lamentado al verse descubiertos, es de la violación a su correspondencia privada. Por eso, sabiendo lo que sabemos a partir del memorando, se puede deducir con toda certeza que si un corazón del No se encontrara con un corazón del Sí entrenado en las ideas de Sánchez y Casas, lo más prudente que podría hacer es salir corriendo.