Mensaje de María Eugenia Bozzoli
Mensaje de la Dra. María Eugenia Bozzoli a los jóvenes el 20 de noviembre frente a la placa del Teatro Melico Salazar, en San José, que dice:
"Ay del nacional o extranjero que intentare seducir la inocencia, fomentar discordias o vendernos...!"
en el acto de recordación de los 152 años
de la Primera Proclama del Presidente Juan Rafael Mora Porras
"Ay del nacional o extranjero que intentare seducir la inocencia, fomentar discordias o vendernos...!"
en el acto de recordación de los 152 años
de la Primera Proclama del Presidente Juan Rafael Mora Porras
Estamos aquí para conmemorar un momento histórico, en la mitad del siglo diecinueve, esos años del decenio de 1850; por ejemplo, 1855, que nos legó la proclama del Presidente Juan Rafael Mora Porras y 1856 y 1857, cuando los costarricenses liderados por el Presidente Mora derrotaron a los filibusteros que querían apoderarse de nuestro país y convertirnos en esclavos; en estos años se libró la lucha por lo que se ha denominado la segunda independencia de Costa Rica.
También estamos aquí para recordar unas palabras de la mayor importancia para nuestro país, porque son las palabras de una proclama que el Presidente Mora expresó, por haber tenido claridad sobre el peligro del filibusterismo para Costa Rica y Centro América.
El Presidente Mora tomó previsiones, trazó una estrategia para defender este país al que nosotros pertenecemos y al que por esa razón se nos enseñó a quererlo, a sentirnos orgullosos de sus logros y su historia.
Y el Presidente Mora nos dejó esa lección de actuar para defender el país cuando lo estamos viendo en una situación semejante. No estamos siendo invadidos por gente armada, pero sí por gente con intereses que no son los de los costarricenses. So pretexto del libre comercio, estamos entregando la soberanía, nuestra libertad para decidir qué clase de instituciones queremos o necesitamos, se nos está imponiendo un sistema de vida que nos vino desde fuera sin que hubiésemos sido consultados.
Uno de nuestros logros es haber aprendido a ser amigos de todos los países, especialmente los que tenemos hacia el norte y hacia el sur, y hacia el mar caribe. Es decir, hemos cultivado una hermandad hemisférica. Pero en estos países de este hemisferio y de otros continentes hay algunos con más poder y recursos que el nuestro, y en ocasiones se valen de esa ventaja para tratar de dominarnos.
No queremos ese tipo de relación, sino una de igualdad, una que no amenace lo que el Presidente Mora, en su proclama de 1855, dijo que teníamos: "crédito, riqueza y felicidad, y sobre todo, la paz, esa paz venturosa unida a nuestra laboriosa perseverancia".
20 de noviembre de 2007
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