26.7.07

Otra vez esas increíbles mujeres, por Guaria M. Vargas






Ayer, veinticuatro de Julio, mientras muchas personas nos encontrábamos a las afueras del Tribunal Supremo de Elecciones, manifestándonos pacíficamente y escuchando las palabras de Monserrat Sagot, Rosemary Madden, Monseñor Ignacio Trejos, Rolando Araya, Eugenio Trejos y otras personas que hicieron uso del micrófono; un grupo de mujeres denominadas "Mujeres de Blanco" ingresaron audazmente a las instalaciones del Tribunal.



Nadie se dio cuenta de ello a pesar de que lo hicieron a vista y paciencia de todo el mundo, incluyendo a los guardas de seguridad de esas instalaciones. Pero no sólo ingresaron al lugar, sino que llegaron hasta las oficinas de los y la magistrada situadas en el sexto piso del edificio. Ahí amablemente solicitaron ser atendidas por ellos (as). La respuesta fue la que se esperaba, es decir, que no era posible toda vez que no se encontraban en el Tribunal pues estaban sesionado en otro lugar.



Ante ello estas increíbles mujeres que iban simbólicamente con la boca amordazada, y candelas blancas en las manos, hicieron uso de unas cortas cadenas que llevaban en su cuello a manera de collar y se encadenaron unas con otras argumentando que no se irían del lugar hasta no ser escuchadas por los y la magistrada y entregar personalmente una proclama suscrita por muchas y muchos costarricenses.



De repente, según me contó una de las protagonistas, llegaron los oficiales de seguridad y bruscamente les exigieron salir del edificio. Ante la negativa de ellas, comenzaron a salir empleados y empleadas del Tribunal con cámaras fotográficas y de video e irrespetando los más elementales derechos humanos, comenzaron a tomarles fotos a cada una de ellas como si las estuvieran fichando. Lejos estaban de imaginar que con este acto estaban patentando una cita con la historia en este país. Hecho que nos recuerda el 2 de agosto de 1947, cuando un grupo de mujeres marcharon de la Plaza España hacia la Asamblea Legislativa, exigiendo garantías electorales. ¿Es qué sesenta años después Costa Rica está retrocediendo?



Pues bien, ante esta respuesta inesperada de las mujeres los y la magistrada accedieron a escucharlas, pero ellas fueron mucho más allá; demandaron ser atendidas en la sala de sesiones, ahí mismo en donde se toman las resoluciones. Trece se sentaron a la mesa y tres de ellas tomaron la cabecera en otro acto de trascendental simbolismo: nada menos que la toma pacífica del Tribunal Supremo de Elecciones por las mujeres, acto sin precedente histórico.



Las Mujeres de Blanco de Julio del 2007, dieron lectura a una proclama que demandaba el cumplimiento del juramento que hicieron los magistrados y la magistrada al asumir sus cargos, referente a su compromiso de respetar la Constitución. Me pregunto si de alguna manera les estarían recordando además, aquel precepto constitucional que reza que los Poderes son distintos e independientes.



Al igual que lo hicieron recientemente en la Sala Constitucional, entregaron al magistrado Max Esquivel una vela encendida, para que ilumine sus decisiones y éstas obedezcan a los más caros intereses de la nación, apartándose como es su deber de la injerencia y presiones políticas. La vela permaneció encendida durante el transcurso de la visita.



Los y la magistrada escucharon respetuosamente a "Las Mujeres de Blanco," ojalá reflexionen libremente sobre esta extraordinaria experiencia, sobre el juramento que hicieron, la responsabilidad histórica que pesa sobre sus hombros, la imparcialidad de sus resoluciones y sobre su obligación de garantizar la pureza del sufragio. Al fin y al cabo será el pueblo quien finalmente decida lo que más le conviene al país.



Y los medios de comunicación ¿Dónde estaban? ¿Porqué no protestaron como lo hacen siempre que no los dejan cubrir una noticia? ¿Es que un acto de tremendo simbolismo como el de ayer no tiene importancia? ¿Será que el aporte de las mujeres seguirá siendo invisibilizado como de costumbre? ¿No era para que todos los medios escritos de este país hubieran editorializado y reflexionado sobre este hecho?



Sé que al dejar el edificio las obligaron a salir por la puerta de atrás. Sé que algunos mal llamados hombres que estaban a la entrada las insultaron, precisamente aquellos que como no tienen ideas recurren sistemáticamente a los insultos y a la violencia.



¡Gracias a las Mujeres de Blanco!. Mi admiración y mi respeto por ese acto simbólico de trascendental importancia. Gracias por rescatar la valentía y la dignidad de nuestras abuelas y gracias por querer heredar a las futuras generaciones un país que se enorgullezca de su pasado y de sus mujeres.



Me viene inevitablemente a la mente una imagen que no puedo dejar de compartir sobre este proceso histórico que nos ha tocado vivir; mientras algunos ofrecen motos, carros, bonos de vivienda, reformas constitucionales, etc. Otras nos dan una lección de dignidad y patriotismo, argumentando con la razón y el corazón, exigiendo se cumpla con las obligaciones y responsabilidades de quienes temporalmente dirigen a una de nuestras principales instituciones.

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