28.6.07

Ni neutrales ni indiferentes, por Yamileth González *


Las palabras vacías se pierden en el viento


*Rectora de la UCR


En las últimas semanas, se han lanzado graves cargos contra la Universidad de Costa Rica (UCR), acusándola de abandonar su vocación académica y pluralista y de cerrarse a ideas en torno al TLC. Incluso se ha insinuado persecución hacia estudiantes y profesores que mantienen puntos de vista diferentes. Hasta ahora, sin embargo, no se han presentado denuncias concretas, como sería de esperar en un asunto tan serio.

Puertas abiertas.

Desde hace mucho tiempo, distintas instancias universitarias han venido organizando comisiones, haciendo investigación y escribiendo trabajos académicos que buscan entender la propuesta económica y social contenida en el TLC, trabajos en los que se analizan sus virtudes y sus posibles consecuencias negativas, para proponer opciones o disminuir los impactos desfavorables para grupos sociales e instituciones.

Nunca –que yo sepa– se les ha preguntado de antemano a los/as compañeros/as que van a participar en una comisión institucional o grupo de estudio su filiación ideológica o política partidista y su posición sobre el TLC. Algunos no han querido estar y a nadie que se haya acercado a trabajar se le han cerrado las puertas. Que yo tenga información, a nadie se le ha impedido trabajar en ninguno de estos ámbitos u organizar sus propios grupos de estudio.

Tenemos meses de estudiar, analizar, sintetizar, debatir, polemizar, conversar en torno al TLC; lo hemos analizado como principio de relación internacional y en sus consecuencias en diferentes áreas, como las telecomunicaciones, la educación, la salud y los posibles roces constitucionales. Hemos puesto nuestras capacidades inter- y transdisciplinarias al servicio del país. También nuestra capacidad crítica, nuestra ética y nuestro conocimiento y, por supuesto, nuestra disposición de trabajar en equipo.

Pensamiento y posición. La UCR no puede ser indiferente y mucho menos neutral. La neutralidad paraliza, niega el propio ser de la academia. Otra cosa son la pluralidad de pensamiento, la libertad de cátedra –que es irrenunciable–, el derecho a disentir y a ser respetada y respetado por mantener ideas diferentes.

El Consejo Universitario, como órgano legislativo, emite políticas y, a partir de un conocimiento informado, puede y debe pronunciarse. Los académicos, funcionarios administrativos y, por supuesto, la Federación de Estudiantes de la UCR, las asociaciones, y las/os universitarias/os individualmente pueden y deben informarse y pronunciarse.

Eso sí, deben hacerlo en el marco del estudio –no de la opinión desinformada y subjetiva–, del análisis crítico, de la lectura de diversos puntos de vista y de la ética. Deben hacerlo con documentos y con argumentos y, desde luego, en un ambiente de discusión, de diálogo abierto, de polémica o de conversación sin intolerancias. Las opiniones pueden ser –y de hecho son– diversas, y eso enriquece el debate.

El problema se presenta cuando algún grupo decide salir a la prensa en un afán mal canalizado de protagonismo, a denunciar sin concretar y a no decir nada sobre el tema en discusión. El problema es identificarse como estudiante de una universidad, o de una facultad, y quejarse de que no se tienen espacios y no proponer ninguna acción concreta para dar a conocer sus puntos de vista.

Es muy fácil criticar, tratar de desmovilizar e impedir el trabajo; más difícil es pasar largas horas leyendo, escuchando, planteando alternativas con argumentos, y eso es lo que yo esperaría como rectora que hicieran nuestros estudiantes. Las palabras vacías se pierden en el viento.

La luz del conocimiento. La UCR es lucem aspicio , es humanismo, academia, conocimiento, pertinencia y posibilidad de impacto positivo. Puede y debe iluminar caminos, abrir alternativas, ayudar a provocar las transformaciones que el país necesita. Como institución superior de servicio, su objetivo es la formación de profesionales integrales e íntegros, la generación de conocimientos, la búsqueda de la innovación científica y tecnológica y la protección del ambiente.

Como institución pública, estamos al servicio del bien común y el mejoramiento social, sobre todo de los grupos en condiciones de pobreza y vulnerabilidad.

No somos neutros, ni neutrales, ni indiferentes. Por eso no podemos permitir que intenten paralizarnos, ni con argumentos para proteger el “sí”, ni con argumentos para proteger el “no”.

Estamos abiertos al foro, al debate, a la inclusión, en un ámbito respetuoso, inteligente e informado. En las últimas semanas hemos dado muestra de ello, fortaleciendo un conjunto de debates en el canal 15 y en Radio Universidad de Costa Rica.

Hemos dado también a conocer los resultados de una encuesta realizada por la Escuela de Estadística, en forma directa y transparente. Sus resultados están a disposición de las personas y grupos interesados.

Se nos ha pedido apertura, pero quienes lo hacen ¿también están dispuestos a ofrecer espacios para confrontar ideas en un ambiente respetuoso y libre de coerciones? Tienen la palabra las/os detractoras/es de la Universidad de Costa Rica.

2 komente:

Anonim tha...

Las felicito, qué buen blog!

Elías Torres tha...

Muy fácil es "denunciar" de la forma que algunos lo hacen, hacen un alboroto sin fundamentos y dejan mal a todo el mundo....

Sigan adelante, está muy bueno el blog